La característica principal de la moda que nos es contemporánea, contemplada su producción desde el punto de vista del profesional, es que se encuentra ya totalmente industrializada y vinculada a otras organizaciones empresariales de diversos sectores industriales, comerciales, de servicios, de finanzas, al menos en lo que se refiere a las firmas de moda más importantes; únicamente la casa Chanel conserva todavía su independencia. La verdadera moda en el mundo entero la marcan, cada temporada, no más de media docena de poderosas firmas que se apoyan en un gigantesco potencial económico. Ésta es la primera línea de moda actualmente: su concentración en la producción y su diversificación en el producto. Junto a ella hay otras dos corrientes que sacian el consumo de producto de moda: una es la formada por los grandes almacenes, productores y distribuidores de la moda de consumo popular (adaptadores de las tendencias marcadas por los maestros) y fabricantes con etiquetas exclusivas, pertenecientes a diseñadores de cierto prestigio; la otra la componen diversas cadenas de tiendas de moda pronta, proveedoras de un producto de bajo precio aunque con distinción, individualizado en la marca y colectivizado en el consumo.
Algunos piensan que estar a la moda es lo mejor y popular pero después de que un estudio determinó que el 80% de mujeres peruanas, por ejemplo, sufre dolores o se enferma por culpa de la moda. Usan altos tacones, ropa ajustada o vestidos ligeros también en invierno.
El 80% de las mujeres sufre dolores o se enferma por culpa de la moda, que las anima a ponerse altísimos tacones, ropa ajustada o vestidos ligeros también en invierno.
El informe analiza la relación entre el malestar o dolor que sienten algunas mujeres y el tipo de ropa que se ponen, según una encuesta realizada a 986 peruanas en edades comprendidas entre los 20 y los 55 años.
En cuanto a la feria de arte contemporáneo ARCO, las consecuencias negativas tienen más de "espiritual" que de real, en tanto que sólo convulsionan el torbellino de ideas del arte. A una creación idiota le sigue otra más idiota aún y así sucesivamente, todo ello adornado con un discurso pseudo filosófico que trata de dotar de prestigio la susodicha estupidez creada. No creo que esto preocupe excesivamente a la sociedad (si no fuera porque se ganan la vida haciendo ver lo que no son).
Sin embargo, y entrando en el primero de los aspectos, los desfiles de moda tienen consecuencias mucho más perniciosas. No me refiero, por supuesto, a la ropa en sí, sino a los modelos humanos que muestran. Ya es bien conocido el estereotipo de mujer escuálida que presentan los diseñadores, pero ahora también insisten en mostrar unos varones cada vez más pre púberes y escuálidos; seres andróginos en ambos casos.
Poco se puede decir respecto a los ropajes, pero el modelo humano es claramente antinatural. La mujer que se propone va contra la propia naturaleza, porque una mujer sin grasa es una mujer sin regla, una mujer infértil. Para que nosotras las féminas tengamos la menstruación, necesitamos un mínimo del 18% de grasa en el cuerpo, cifra a la que gran parte de las modelos no llegan ni por asomo. Y los estrógenos son muy importantes para otras muchas cuestiones como la prevención de enfermedades cardíacas. En cuanto a los hombres, el bajo peso es más "admisible" en tanto que nuestro cuerpo tiene un porcentaje de músculo mayor, pero también desemboca en la desaparición del apetito sexual, pérdida de sueño y de concentración, osteoporosis.
Así las cosas, se puede afirmar con rotundidad que la moda actual va objetivamente contra el ser humano. Dejemos de hacer caso a las bobadas "innovadoras y creativas" de esos intelectuales que no sólo nos guían en cuanto al ropaje, sino que se arrogan también el derecho de dictarnos los cánones humanos de belleza. Si hay un criterio objetivo para establecer que una moda (o una civilización entera) es "mala", ése no es otro que la propia vida, esto es, si un dictado cultural lleva a la desaparición del individuo o de la sociedad que lo adopta, tal dictado es "malo". La moda se ha convertido (o eso pretende) en arte y nuestro arte, nuestro ARCO, no deja de ser una gran estupidez. Cuando esa estupidez pone en peligro la vida, se convierte en un CRIMEN.
Escrita por Emma Miranda